Y así lo dice su nuevo trabajo presentado hoy, Licenciado Cantinas, nunca mejor dicho, ya que parece que todas las canciones del disco están sacadas de lentas borracheras en salones, tabernas y cantinas latinoamericanas. Acordeones, punteos de guitarra de lo mas soul, cajas y percusiones latinas, teclados suaves y mucho acústico. Más desamores que amores y más penas que alegrías es lo que encontramos en este nuevo disco.
Prosiguiendo con el estilo latino de otros temas y trabajos, como puede ser El Extranjero del directo Gran Rex, pero dejando en mayor parte atrás sus raíces de rock, es como Bunbury nos presenta estos quince temas. Es más que evidente el gran amor del cantante por toda América del Sur, como el mismo dice, "me siento en casa en América". Lo que vemos en este ultimo disco no es mas que un pleno despliegue de ese amor, por esos músicos a los que tan agradecido esta: "Es un homenaje a la música latinoamericana… una mirada de agradecimiento por todo lo bueno, todo lo que he aprendido a través de esos compositores clásicos de diferentes países y géneros". Perfectamente podemos poner, y pondrán, de rodillas y con la cabeza entre las cuchillas a este elemento. Hablo de la guillotina, la cuchilla nacional, lo que se pueda escuchar en la calle, en el metro, en el colegio, la universidad o el trabajo. "Antes hacia rock con Heroes del Silencio", "Vaya traidor", al igual que ha pasado recientemente, con estos tres últimos discos tan distintos. Pues yo me niego, doy un gran aplauso a alguien valiente, valiente por cantar y tocar lo que le quiera y sienta, en esta actualidad musical tan comercial.
Os dejo con el primer single y videoclip:
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