Foto de Marina Feduchy |
Cuando aseguraban un cambio de
rumbo, allá por el verano de 2011, reconozco que me eché las manos a la cabeza.
Si una gira había seguido intensamente fue la de El Incendio, yendo a todos los
conciertos que pude cuando tocaban en mi ciudad, conociendo a la banda y
deseando más: la salida del siguiente disco. Y llegó El Fluído García y me voló
la cabeza. Era un sonido muy nuevo para lo que nos tenían acostumbrado con los
anteriores Costa Azul o El Incendio, El Fluido García era una vuelta a sus
orígenes, a su psicodelia que les vio nacer, pero con las tablas que les han
dado su trabajada trayectoria y una evolución musical envidiable.
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Pero lo bueno se acaba, no sin
tener por esperanza que el año próximo podremos disfrutar del siguiente trabajo
del trío catalán por excelencia. Antes de centrarse en el que será su séptimo
disco de estudio, anoche Marc, Jesús y Axel, acompañados por la apisonadora a
la guitarra que es David T. Ginzo, se despidieron de su público madrileño con
un show impecable en La Riviera. Si algo me ha sorprendido en esta nueva gira ha sido su
puesta en escena y el comienzo de los conciertos, creando un ambiente
psicodélico propicio a su música y saltando al escenario con Alma de goma, ese homenaje a la banda de
Liverpool, compuesta por frases de canciones de The Beatles traducidas al
castellano. Tras recuperar Persona de
Costa Azul, el disco pop de Sidonie que nos emocionó a muchos de nosotros, y
sonar en directo La sombra y Tormenta de verano, volvieron a su
primer disco, aquel álbum homónimo del cual siempre han afirmado que no
pretenden desprenderse en un directo, interpretando Feelin’ down. Especialmente reseñable fue el momento en que Marc
Ros agarró la guitarra acústica, ataviado con boina y americana (ante todo la
elegancia en este trío barcelonés), y ofreció un breve set, pidiendo la
participación de su fiel público, con Giraluna,
El Señor Rivera y Sylvia.
Realmente la despedida de El Fluido
García junto a los “fluiditos de Madrid” fue un concierto muy completo, donde
no faltó un solo hit de la banda y su repertorio pasó por todos y cada uno de
los seis álbumes de la banda, desde su disco homónimo a este último que ponían
cierre, donde no faltaron Carnaval, Perros o un A mil años luz con un increíble final. David T. Ginzo, músico versátil
y virtuoso como pocos en el panorama nacional, son incontables las bandas en
las que ha participado este músico natural de Gijón, que actualmente ha
estrenado su proyecto personal, Tuya, puso su voz en Un día más en la vida, sustituyendo a Miri Ros en los estribillos
de la canción. Antes de los bises no podía faltar el que fue el primer adelanto
del disco, El Bosque, y una versión
llevada al castellano que introdujeron con el tono pícaro que bien les
caracteriza, sugiriendo que pertenecía a una banda murciana de los años sesenta
cuando finalmente se trataba de Kids de
MGMT.
Foto de Marina Feduchy |
Tras el típico paripé habitual de
todo concierto que se precie, con Sidonie
goes to Moog no acaba el show. El primero en aparecer por el escenario fue
el acróbata Axel Pi, seguido de Jesús Senra, carismático bajista de la banda,
Marc “rizos a la deriva” Ros, y David T Ginzo, el último en subirse a bordo;
tras esto Marc fue presentando, con altas dosis de humor, a su banda y cómo
nació lo que hoy día es Sidonie. Los bises llegaron de la mano de Nuestro baile de viernes y El incendio, posiblemente la canción más
coreada de la noche. Sin embargo ese no fue el final del concierto, sino que la
banda prefirió darle un toque inolvidable a todos los allí presentes, bajaron
entre el público de La Riviera a interpretar en un acústico desenchufado, con
todos los allí presentes sentados en el suelo de la sala, su amada All I
have to do is dream de los Everly Brothers.
Mágico, emocionante y muy ante
todo muy completo. Así fue el cierre de gira de El Fluido García en Madrid, el
disco que necesitaban hacer y lo hicieron, y a todos nosotros nos dejaron una
vez más fascinados.
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