Foto de Fran Ortega |
Casi veinte años
dedicados a la música, los Niños
Mutantes ya no son tan niños. Sin embargo, poco a poco se están
convirtiendo en una de esas bandas de referencia para cualquier amante del buen
pop español. Con influencias de todo tipo, y provenientes de una de las
ciudades más ricas en cuanto a cultura musical se refiere, este quinteto sigue
al pie del cañón demostrando una regla indudable: que la experiencia y la madurez que adquirida con el tiempo son un aliciente y una gran ventaja a la hora
de hacer música de calidad.
En los últimos años el espacio entre disco y disco ha sido muy
reducido, no hace nada disfrutábamos de Las noches de insomnio y ya tenemos
aquí Náufragos, ¿podemos decir que Niños Mutantes se encuentran en su estado de
gracia?
Juan Alberto: Si, si, la verdad es que si que nos sentimos en estado
de gracia, la verdad es que en lo que se nota, realmente no ha pasado tan poco
tiempo, han pasado dos años, que es nuestro ritmo habitual de trabajo, lo que
pasa es que esta vez parece que ha sido menos tiempo, y es por que Las noches
de insomnio ha sido un disco muy importante para nosotros, y parece que salió
hace poco, por que es que tuvo un vida muy larga. Un año después de que saliera
el disco fue cuando realmente empezó a sonar más Errante, que es la canción que más gancho ha tenido en ese disco. En
fin, no es que haya pasado poco tiempo, si no que la vida del anterior ha sido
larga.
Nani: Ahí sí es verdad que fuimos nosotros quienes pisamos el acelerador
muchísimo. Teníamos claro que queríamos editar el disco a principios el 2012
para que el ruido de un disco se juntara con el del siguiente. Y en Octubre con
el fin de gira teníamos algunas canciones más o menos planteadas, en verano habíamos
estado trabajando… pero vamos, que desde el fin de gira hasta el día 2 o 3 de
diciembre, que nos fuimos al estudio, es realmente cuando nos hemos hinchado a
currar (risas).
Con este nuevo disco habéis experimentado con nuevos sonidos e
instrumentos. Podemos encontrarnos en él con sintetizadores, percusiones,
trompetas… ¿son las ganas de seguir evolucionando?
Andrés: A nosotros no nos gusta repetimos, o lo intentamos evitar,
entonces siempre de un disco a otro tenemos que cumplir etapas, evolucionando
un poquito. Y en este caso, la verdad que el descubrimiento más grande han sido
las percusiones y cómo poder enriquecer las canciones. Pero a la
percusión todavía no le habíamos dado el papel más predominante que puede tener
en este disco.
Nani: Además que hay algunos ritmos que tienen un afán de percusión,
como Querer sin querer que es mas una
percusión constante que un ritmo de batería estándar, y así hay algunas más.
Una canción del álbum, Muerte de un ampli, tiene un toque de
jam session, oscuro y quizá nuevo en el repertorio de Niños Mutantes, pero un
estupendo cierre para el disco, ¿cómo nace esa canción?
Juan Alberto: Es una improvisación, ya es algo que hicimos en el disco anterior,
con el mismo proceso de trabajo. Había una idea mínima en el local y, en vez de
desarrollarla hasta el final antes del estudio, que es lo que solemos hacer con
la mayoría de las canciones, en esa decidimos no tocar nada, dijimos: “improvisaremos
y que sea lo que Dios quiera”; y de hecho lo hicimos. Se rompió el ampli
durante la improvisación, por eso la canción se llama Muerte
de un ampli, fue lo último que grabamos. Y al final de las mezclas, dos o
tres semanas después nadie había preguntado por la canción, y Carlos, el técnico
que hace la mezcla nos dice “oye aquí tenéis otra canción”, y la escuchamos y
decidimos sacarlo. Siempre nos gusta hacer alguna gamberrada en los discos,
salirnos de nuestro papel y hacer música de una forma distinta.
Una pregunta, o quizá más
como curiosidad, que siempre hacemos a los grupos con más trayectoria que
entrevistamos es acerca de su primer concierto, que nos cuenten qué recuerdan
de entonces, qué canciones sonaron, qué sintieron en aquel momento, os toca.
Migue: El primer concierto que dimos fue en Lanjarón, un pueblo de la
Alpujarra de Granada, y tocamos con otro grupo dónde Nani y yo tocábamos
antes, Mama Baker, e hicimos el concierto con Mama Baker, paramos en la mitad,
justo ahí tocamos 3 o 4 temas.
Nani: Sí, y ni siquiera estaba pensado que fuéramos a tocar. Se
nos calentó un poco el pico.
Migue: Yo creo que sí que
estaba preparado .
Juan Alberto: Los dos primeros conciertos fueron la misma estructura, concierto
de Mama Baker, que era el grupo del que venimos, porque Nani y Migue lo tenían
en Granada, editaron un par de discos chulísimos. Y entonces aprovechábamos
conciertos de ellos para que en medio, había sitios donde te obligaban a hacer
una pausa para que la gente consumiera y hacer caja. Y aprovechando ese descanso,
salíamos y tocábamos 3 o 4 canciones. Ellos tenían ya más tablas,
pero yo me moría de los nervios, vomitaba siempre antes de salir a tocar
(risas).
Nani: Yo creo que lo más
antiguo que tenemos editado puede ser El
Sol, y no se yo si la tocábamos por aquella época.
Juan Alberto: Veneno- polen, que
es del primer disco, y la seguimos tocando en los conciertos, esa canción debe
ser del 94-95, muy antigua (risas).
Vuestro primer single, Hundir la flota, ha sido dirigido por
todo un maestro del videoclip, Alexis Morante, ¿cómo ha sido trabajar con él?
¿Cómo fue el rodaje de Hundir la flota?
Andrés: Placentera (risas). Ya habíamos trabajado con él
en el videoclip de Errante y escuchó
nuestro disco, y se sumó al proyecto. Empezó a darle vueltas al coco, tiene una
mente muy cinematográfica. Realmente él no piensa en la canción, en el montaje,
en los efectos… sino en contar una historia, que es lo que más no gusta. Y
también lo que más nos gusta es cómo lo plasma en el videoclip lo que nos dice,
cuando nos dijo que nos iba a montar en un barco y va a estallar el peñón de
Gibraltar (risas). Pero al final pasa, hay que tener cierta confianza en que lo
que te ha dicho se plasma.
Migue: Él transmite esa seguridad, te lo
cuenta en persona y tú dices sí, sí (risas). Nos montó en un barco, nos fuimos
a la bahía de Algeciras, pasamos un día espléndido navegando, la verdad es que
fue un buen día, acabamos bañándonos en una playa de Tarifa. El resultado es
evidente, a nosotros nos fascina, el poder que tiene Alexis es de dejarnos
pasmados una vez más.
Nani:
Hay que decir, como anécdota, que
desde las 7 de la mañana hasta las 11, que empezó a calentar el sol, nos
estábamos muriendo de frío. La escarcha se intuía por el barco,
por las guitarras…hacía mucho frío, mucho ajetreo por la bahía de Algeciras y
estaba todo el equipo helado, pero todos trabajando allí a tope, nos lo pasamos
muy bien.
Juan Alberto: Fue una experiencia única, porque navegar en un
barco pequeño, pasando a los grandes cargueros y a los petroleros que son
enormes, pasas al lado y ves ese pedazo
de bicho… fue un lujazo.
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